Cada día te inundan la cabeza millones de dudas acerca del gran día.
¿Rosas o peonías?
¿Y si llueve que hacemos?
¿Le gustará a todos los invitados el menú?
¿Será el mejor fotógrafo?
¿Si los invitados fallan a última hora?
Aquí vamos darte unos consejitos para poder hacer de los preparativos momentos únicos para disfrutar, absolutamente alejada del estrés.
Lo principal es tratar de dormir bien y tomar suficiente agua. Un novia con sueño o que no descansa lo suficiente hará que tenga los nervios de punta, cambios de humor, dormir y relajarse es vital. Beber mucha agua para lucir radiante cada día hasta llegar al día "B".
Si eres de las que les gusta practicar algún tipo de deporte, estás ante una buena ocasión para hacer una rutina algo más suave de lo normal. Hacer ejercicio nos ayuda a eliminar el estrés que acumulamos durante el día, pero antes de tu boda, no sólo te beneficiarás de esto, sino que también estarás en forma y ¡sin aumentar de talla, prohibido!
Disfruta de una sesión de spa, ya sea junto a tu pareja, en compañía de alguna amiga de esas que suelen aportarnos serenidad y confianza, e incluso, plantéate tomarte una sesión en solitario, que te ayude a meditar en la más absoluta intimidad.
No te enfoques en los detalles que te plantean dudas de última hora. Disfruta de aquéllos que están saliendo como esperabas, de lo contrario se te irá el tiempo en preocupaciones, disfruta de un té relajante o de unos martinis con tus damas de honor, esas locas maravillosas que te adoran. Mantente positiva, todo saldrá bien y cuando algo no este bajo tu control recuerda reírte porque cada minuto será una anécdota maravillosa que recordar y sobretodo, DISFRUTA, DISFRUTA Y DISFRUTA del día de tu boda. De verdad, olvídate de los imprevistos #CARPEDIEM.
